La llegada de Stellantis-CATL agita Zaragoza. Y no es para menos. Estamos hablando de:
- Una inversión de 4.000 millones de euros.
- Se habla de más de 2.000 trabajadores llegados desde China para su construcción.
- Una “villa” prefabricada para alojarlos.
La magnitud del proyecto es enorme. Es fácil caer en la tentación de las personas: vivienda, condiciones, futuro…
Mi opinión es que vienen a arrancar una tecnología que no conocemos y por ello es una gran noticia., pero la pregunta que debemos hacernos es otra:
¿Qué impacto tendrá en el tejido industrial local?
Porque una inversión de esta escala no puede quedarse en un proyecto aislado. Tiene que integrarse con el tejido industrial existente:
- Proveedores con experiencia en servicios varios, metal, plástico, mecanizado e ingeniería.
- Empresas preparadas para responder con agilidad y visión de futuro.
- Una red capaz de ofrecer soluciones completas, desde Aragón y para el mundo.
En Grupo Empresarial MYPA creemos que el reto no es competir contra China. Es saber cómo trabajar con China en un modelo más integrado, eficiente y sostenible.
El momento es ahora. La industria aragonesa no está de paso. Está creciendo. Y debe estar preparada.
